El sol es fuente de vida y energía. La exposición al sol nos ayuda a sintetizar la vitamina D, la cual es imprescindible para la formación normal tanto de los huesos como de los dientes y para la absorción de calcio a nivel intestinal. Sin embargo, un exceso de radiación ultravioleta puede tener efectos nocivos tanto en la belleza como en nuestra salud. Por esta razón, se recomienda un especial cuidado durante el embarazo, ya que la piel está más sensible y hay más tendencia a que salgan manchas. Esto se debe a factores hormonales que hacen que la melanina que pigmenta la piel esté más activa. En definitiva, la exposicion solar es buena PERO eso si, siempre con PRECAUCIÓN y SENTIDO COMÚN.
- Aplicar SIEMPRE factor de protección, ya tengas la piel morena o el cielo esté nublado.
- Usar un factor de protección alto especialmente en el rostro, ya que el sol puede fomentar la propensión a la máscara del embarazo también conocido como cloasma gestacional.
- Aplicar la protección solar 30 minutos antes de la exposición al sol y renovar su aplicación cada dos horas o antes en el caso de salir del agua y el protector no es resistente a ella.
- No estar mucho tiempo seguido al sol.
- Mantener una buena hidratación bebiendo agua.
- Evitar exponerse al sol durante las horas de mayor radiación (Aproximadamente entre las 12 y 17 horas).
- Llevar gorra, sombrero, una sombrilla o cualquier cosa que te proteja la cara y que permita resguardarte del sol a ratos.
- Los autobronceadores por lo general no realizan ninguna función de filtro frente a los rayos solares, por lo que se recombianda combinar su uso con cremas de protección solar.