inducción al parto
Embarazo

Inducción del parto

¿Estás ya de 40 semanas y aún no hay señales de que te vas a poner de parto? ¿Sabes hasta cuánto tiempo puedes esperar a tener un parto espontáneo y a partir de cuándo se aconseja intervenir mediante la inducción de parto para garantizar el bienestar tanto de la madre como del bebé? ¿Sabes lo que es la inducción de parto exactamente y por qué se recomienda en ciertos casos? :

Cada mujer es diferente, y cada embarazo es único; con lo cual la decisión depende de cada caso en particular. No obstante, en este blog hablamos sobre términos generales de la inducción para que te hagas una idea de cuándo y por qué se lleva a cabo.

¿Qué significa inducer el parto?

Inducir el parto significa provocar el parto de manera artificial utilizando una serie de procedimientos para provocar las contracciones necesarias con el objetivo de que comience el trabajo de parto.
Lo ideal es que el parto comience de forma natural alrededor de la 40 semana de gestación. Pero en ocasiones hay motivos que pueden hacer necesario inducir o provocar el parto artificialmente antes de que comiencen las contracciones. Si es tu caso, y la indicación es correcta, no desesperes. Puedes hacer muchas cosas para participar y vivir la experiencia como si de un parto natural se tratase.

¿Cuándo se recomienda la inducción del parto?

Se recomienda inducir el parto cuando las ventajas de finalizar el embarazo son mayores a las de continuar el embarazo:
  • Causas que puedan poner en peligro tu salud: enfermedades como una diabetes mal controlada, preeclampsia, enfermedades cardíacas…
  • Causas que puedan poner en peligra la salud de tu bebé: retraso del crecimiento del bebé, una infección, poco líquido amniótico.
  • Rotura prematura de la bolsa amniótica: si has roto la bolsa y el parto no comienza de forma espontánea en 12/24 horas hay un riesgo mayor de infección.
  • En caso de embarazo prolongado: Se suele programar entre la semana 41 y 42. Esto se hace para que el bebé nazca antes de que la placenta envejezca y deje de ser igual de eficiente a la hora de nutrir al bebé.
  • Otros motivos como la preferencia o la comodidad de que nazca determinada fecha por deseo de la madre o del ginecólogo, no deberían ser motivos para finalizar un parto artificialmente.

¿Cómo se induce un parto?

Algunos métodos para inducir el parto son menos agresivos y se asocian a menos riesgos que otros. Entre las formas con que los médicos pueden intentar provocar un parto favoreciendo el inicio de las contracciones, se incluyen las siguientes:
  • Ruptura de la bolsa amniótica (amniotomía)
  • Administración de la hormona prostaglandina para favorecer la maduración del cuello uterino en forma de óvulo vaginal o gel.
  • Administración de la hormona oxitocina por via intravenosa para favorecer las contracciones.

¿Qué ocurre si no funciona la inducción?

Cuando se decide comenzar una inducción, el objetivo es terminar en un parto vaginal lo más seguro para el bebé y para la mamá. Pero como cualquier técnica, puede fallar, y a pesar de todos los esfuerzos, puede que el parto no evolucione como se desea. No quedará otro remedio que realizar una cesárea.