Con este video y el anterior sobre los beneficios de ponerse la epidural tenéis toda la información que necesitáis para tomar la decisión de lo que preferís. Antes de hablaros sobre las desventajas de ponerse la epidural en el parto me gustaría daros un consejo: aunque tengáis una idea de cómo os gustaría que fuera vuestro parto, siempre tened la mente abierta.
Os animo a que os preparéis y vayáis a por todas a por el parto que os gustaría tener siendo conscientes de que el parto es un proceso duro y a su vez increíble. Para disfrutar de él a veces está bien tener un plan de base pero es muy importante saber ir adaptándose a cada minuto que vaya pasando. Lo más importante es que estéis bien informadas, bien preparadas y apoyadas por buenos profesionales.
Desventajas de ponerse la epidural en el parto
- La medicación de la epidural puede bajar la tensión arterial. Por esta razón, siempre administramos suero intravenoso y monitorizamos la tensión arterial. Suele estar bien controlada en la mayoría de los casos.
- Puede que tengas algún efecto adverso: Por ejemplo; picor en la piel o puede que empieces a temblar un poco. A veces, una vez haya nacido tu bebé y estés ya en planta, después de que te quiten la epidural puede que sientas nauseas, que te sientas un poco mareada o que tengas dolor de espalda por un tiempo. Alrededor de un 1% de mujeres presentan un dolor de cabeza severo. Aunque es muy raro que ocurra, puede pasar que se dañe un nervio de manera permanente ya sea causado por la inserción de la aguja o del catéter, o por sangrado o infección de la zona donde se ha insertado la epidural. Los anestesistas están muy bien formados por lo que este riesgo existe pero es muy muy bajo. Yo, en mi experiencia, no he visto ninguno.
- Puede que los pujos te resulten más difíciles debido a la falta de sensibilidad de la zona del periné. Esto aumenta las probabilidades de necesitar intervención como ventosa o fórceps y con ello aumenta el riesgo de desgarros. He de decir, que el tema de los desgarros no sólo depende de esto sino de más factores de los que hablaremos en los próximos vídeos.
- Puede que sientas las piernas un poco dormidas y no tengas fuerza en las piernas para levantarte. Por ello es importante que te quedes tumbada en la cama después del parto hasta que vayas cobrando la sensibilidad completa en las piernas para evitar caídas. A veces este tiempo es simplemente media hora o puede que varias horas. Todo depende de cuánta dosis de epidural hayas necesitado durante el parto y de cómo te haya afectado.
- Además al no poder levantarte y al perder un poco la sensibilidad de la zona, durante el parto es necesario que vacíes tu vejiga cada cierto tiempo. Esto es tanto para ayudar al avance del bebé por el canal de parto como para evitar posibles problemas con tu vejiga en un futuro. Para ello, insertamos una sonda vesical por la uretra de manera intermitente en el caso de que no tengas la movilidad suficiente para poder levantarte al baño mientras tienes la epidural puesta.
- Algunos estudios demuestran que al tener la epidural hay bebés que tienen más probabilidades de desarrollar distrés respiratorio nada más nacer, sin embargo, otros estudios no encuentran evidencia de esto. En mi experiencia, sé que estas cosas pueden pasar, pero no es algo muy común y no lo puedo relacionar con la epidural directamente ya que hay muchos factores que influyen.
- Otra desventaja es la restricción de movilidad durante el proceso del parto. Existen varios tipos de epidural: la walking epidural (como su nombre indica, una epidural que te da una dosis suficiente para que te quite el dolor por completo o al menos gran parte pero que te permite caminar), y la epidural convencional de toda la vida (una epidural en la que te administran una dosis un poco más alta, lo suficiente para que no puedas caminar. En función de la dosis que tengas podrás mover las piernas en la cama. A veces, puede que tengas la movilidad de las piernas bastante restringida). Esta desventaja, es la más importante en el proceso del parto. Si el bebé está bien colocado desde el momento en el que te ponen la epidural y durante el resto del proceso del parto, lo más probable es que el efecto negativo será en el momento de empujar. En el caso de tener poca sensibilidad aumentarás las probabilidades, como he dicho antes, de necesitar un parto instrumental. Pero, si el bebé no está bien colocado en el momento de ponerte la epidural o durante el resto del proceso del parto no acaba de encajarse bien, ahí nos limita mucho el poder trabajar diferentes posiciones y aumenta las probabilidades de ir a cesárea. (Si el bebé no está bien apoyado generalmente no suele ayudar a la dilatación del cuello del útero). Nosotros, los profesionales, mediante los tactos vaginales y la palpación abdominal valoramos la posición del bebé.
- Me gustaría aclarar que siempre hablo de probabilidades, es decir, no siempre ocurre, por ello seguramente habéis escuchado muchas experiencias totalmente diferentes.
Lo que sí me gustaría recalcar es que desde el momento en el que os ponéis la epidural, el proceso del parto deja de ser un proceso natural puesto que ya estamos interviniendo en cierta manera. Ir al parto pensando en que quiero la epidural en cuanto pueda no es una buena manera para ir preparada. Tanto para tu experiencia y recuerdo de tu parto, como para tu manera de gestionar y afrontar todo el proceso del parto. Esto no quiere decir que la epidural es mala y no te la tienes que poner. Para nada. Pero sí marcará una gran diferencia si te preparas mentalmente para tener herramientas de gestión del dolor a que llegar al parto esperando el momento de la epidural. He visto muchos partos y créeme que este matiz tiene un gran impacto.
Nos vemos en el próximo video y recuerda que si quieres compartir tus dudas o tus experiencias déjanos un comentario o escríbeme a hi@madremiamaternidad.com.